José Bruno: Primero la música, después la batería [entrevista]
- Carlos Coronado
- 14 jun 2020
- 7 Min. de lectura
José Bruno es un icono de nuestro instrumento en España. Habiendo girado y grabado con artistas de la talla de Calamaro, Leiva, Fito y DefConDos, José “el niño” Bruno representa el saber hacer y la elegancia a la hora de tocar la batería, y sobre todo, acompañar la música casi como nadie. En esta charla, descubrimos conceptos y ejercicios para ayudarnos a priorizar la música frente a lo que él llama “la batería deportiva”. Lo que podemos extraer de este rato con José son elementos clave para nuestro éxito como músicos.
Encantado de que estés con nosotros hoy José. ¿qué tal estás?
Bien bien. Al principio como unas vacaciones y ahora más durillo. No es fácil para nadie.
Hay algo especialmente positivo que saques de estos días de confinamiento?
Sí, sí… he aprovechado para estudiar, leer…. Siempre hay algo positivo en disponer de más tiempo, sobre todo siendo freelance. Un a parte importante de ser freelance en general es organizarte tu tiempo. Sin entrar en coaching, siempre es bueno aprovechar la oportunidad para romper la pereza, hacerte un programa que puedas seguir más o menos a rajatabla… siempre hay cosas que hacer, tanto domésticas como de la profesión.
¿A qué te gustaría que los baterías prestaran más atención? ¿Qué notas que la gente sobrestima y necesita trabajar más?
La batería tiene muchas vertientes y una de ellas es divertirse tocando. Hay muchas formas y estilos, y cada uno usa el suyo, cada uno se divierte y toca como le gusta. No creo que nadie le tuviera que decir a nadie que tiene que concentrarse más en tempo o más en creatividad. A mí personalmente me gusta los baterías que tocan poquito, pero también la gente más creativa. Las cosas más de chops, depende cuales, pero en general sí que me gusta todas las vertientes de la bate. No diría que una es mejor o peor que otra, depende para qué, es algo muy personal y cada uno se divierte y disfruta del instrumento a su manera. Qué música es buena y qué música es mala tampoco existe. Existe la música que le gusta a uno, o la música que ha escuchado menos.
[…]
‘‘Qué música es buena y qué música es mala tampoco existe. Existe la música que le gusta a uno, o la música que ha escuchado menos’’
Noto que el elemento de la diversión en la batería a veces se pierde un poco, ¿no?
Yo soy fan de sentarme en la bate a pasármelo bien. Pero también uno quiere mejorar, entonces si yo me voy al local a pasármelo bien siempre al final no avanzo y siempre toco lo mismo, y eso llega a un punto que te aburre. En cuanto a estudiar… uno al abrir la puerta de la sala de ensayo tiene que tener claro lo que va a practicar. Ir al grano y dedicarle a cada una de las materias entre 20 y 30 minutos, tener clarísimo que no voy a llegar hasta donde me gustaría, porque si uno se obsesiona con una cosa y le invierte demasiado tiempo… más allá de ese tiempo realmente no somos capaces de avanzar mucho más. Entonces hay que tener claro lo que voy a currar y no esperar que me vaya a convertir en una crack en esa media hora, al final la clave es la continuidad. No hay que rallarse muchísimo con una idea, porque la práctica tiene una digestión. Hay quién dice que ¨las ideas que uno practica florecen con el tiempo y no en el momento en el que las practicamos’’ Muchas veces dejamos pasar un tiempo y lo que antes no nos salía ahora nos suena fácil. La curva de aprendizaje musical no siempre es una línea recta ascendente, sino que tiene sus picos y valles. A veces estamos echándole horas y sentimos que no mejoramos y de repente otro día te sorprendes con cómo te ha salido. Y de la misma manera, llevamos dos semanas con algo que ya casi nos sale y llegas un día y no hay manera. Eso en cuanto a coordinación o improvisación sobre ideas, que no siempre uno tiene el día perfecto. Es a la vez ir a divertirse, y no dejar de estudiar.
‘‘Yo soy fan de sentarme en la bate a pasármelo bien. Pero también uno quiere mejorar, entonces si yo me voy al local a pasármelo bien siempre al final no avanzo’’
El camino del éxito es un poco así. Hay veces que vas para arriba y otras para abajo, y no en línea recta como podemos llegar a presuponer.
En cuanto al aprendizaje musical, no es como cavar un agujero que cuanto más picas más profundo llegas. Pensamos en ocasiones que la lógica de X horas = X resultado es así, que también tiene algo que ver, pero no siempre funciona así. En la habilidad musical hay que tener en cuenta el aspecto físico y el aspecto emotivo, y el aspecto de reflejos puramente mentales, en cuanto a asimilar ideas y estar frescos, hay varios frentes. Yo puedo un día estar ágil mentalmente pero no me concentro, o hay días que estoy más alegre porque todo va bien y no me tengo el sosiego para practicar.
[…]

Cuando estás pensando demasiado en lo que has hecho en el compás anterior o lo que viene en el compás próximo, puedes perder noción de lo que estás haciendo en el presente, y entiendo que no solo por esa vía puedas sonar peor sino que también disfrutas menos.
Puedes estar más nervioso, o sentir que estás disfrutando más por alguna razón el concierto sea especial. Normalmente es en esos conciertos cuando ocurren desgracias técnicas como que falle el ampli o en la prueba hay que ir a por una cabeza de bajo porque ha dejado de sonar… Por ejemplo, el bolo en Madrid, yo y casi todos vivimos aquí, estamos súper nerviosos, porque vienen nuestros colegas y familia, y hay como demasiadas ganas de hacerlo bien, y como dice Kenny Werner en ´Effortless Mastery´ demasiadas ganas de hacerlo bien es garantía de que la vas a cagar.
De hecho hace poco tuve uno de esos bolos. Diciembre del año pasado, el bolo se grababa en directo y sólo se grababa ese. Había bastante presión, en el Palacio de los Deportes, con nosecuantos miles de personas, tocar 20 canciones y no equivocarte ni una sola vez. El que diga que eso no es presión miente. Mi forma de quitar la presión fue que entre la prueba de sonido y el concierto, me fui a mi local y me hice el bolo entero, volví y toqué el concierto sin fallo. Si uno se lo sabe muy bien, ayuda a estar más relajado y más presente. Muchas veces los nervios son inseguridad, en determinadas partes de alguna canción que nos cuesten… a mí me funciona eso, estar muy preparado.
En los viajes, siempre me escucho los conciertos previos para ponerme en situación, tomo notas y me apunto dónde tengo que estar especialmente atento o dónde toca probar algo distinto, porque en mi opinión siempre una canción se puede tocar de manera distinta, intentando sonar mejor e ir probando, dentro de mi terreno pop y rock de canciones sencillas, pues esas cosas sencillas son las que hacen sonar a la canción mejor o peor. Hablo de atresillar cierto fraseo, o una nota extra del bombo aquí, llevar más a corcheas o negras el charles por allá… cuestiones del sabor que cambiar el arreglo.
Pienso que muchas veces escuchamos demasiado a otros baterías y poco a nosotros, que uno puede pensar que resulta egocéntrico escucharte a ti, pudiendo escuchar a Benny Greb. Y estoy de acuerdo que objetivamente es mejor oír a Benny Greb, pero si nos escuchamos a nosotros…. Vemos lo que hacemos bien y lo que hacemos mal. Tenemos que tener un concepto claro de como sonamos y solo se consigue si te oyes mucho, si te escuchas a ti mismo, y te das cuenta de como tú suenas y de qué cosas haces bien o mal. Si me paso la vida escuchando a otros bates y no me escucho a mí… es como un cocinero que está probando siempre las recetas de los demás pero nunca la suya. Sé que escucharte y grabarte es una inversión extra de tiempo que no se puede hacer todos los días, pero creo que sí que hay que hacerlo. Muy distinto lo que uno cree que ha tocado a cómo realmente suena.
[…]

Tú estudiaste en Los Angeles a finales de los ochenta. Quisiera saber qué viste entonces allí que no había aquí.
No es por ser muy ´killer´, aquí no había nada. Nadie sabía tocar. Había gente talentosa, pero en cuanto a baterías excepcionales, no había tampoco información para tocar bien. Había gente con talento, pero no había nivelón como hay ahora. En EEUU en ese momento se estilaba ser versátil com o Steve Gadd. Previamente el que tocaba brasilero no le preguntes como tocar Rock o viceversa. Cuando a finales de los 80 aparece lo que aquí llamamos música de mestizaje, en EEUU, dentro del rock, aparecen bandas que mezclaban muchas cosas dentro de una canción, entonces se podía ser melódico y a la vez agresivo. Como bandas destacan Faith No More, Jane´s Addiction… La batería pedía allí tocar diferentes palos y ser versátil, y tener escuela y a la vez, lo que denominaban ´street player´, de la calle, Se podría dividir en esas dos ramas de hecho, está por un lado el batería académico que controla las técnicas, sin embargo uno más de la calle ha escuchado los discos que hay que escuchar y tiene una cultura musical y del instrumento, y de los estilos. Entonces, cuando yo fui a finales de los 80 lo que molaba era mezclar ambas cosas: tener buena técnica y conocimientos musicales. De ahí salgo yo, un chavalito de 20 años. Estudiaba mucho estilos y compraba muchos discos.
¿Y la diferencia con lo que hay ahora?
Ahora hay muchísima información. A finales de los 80 era muy difícil acceder a ella, casi imposible conseguir una transcripción de un solo de Max Roach… ahora pones ´Max Roach Solo´ y en cinco minutos las tienes todas, perfectamente impresas en papel. La información siempre está bien, pero luego hay que preguntarse ´quién soy yo y qué quiero hacer con la música.´Y ahí está la opción de cada uno y sus habilidades. Hay gente que se orienta más hacia lo técnico y gente que orienta más a tocar música.
Para escuchar el episodio al completo clickea aquí.
José Bruno comparte mucha más sabiduría como la que habéis leído aquí. Esperamos que lo disfrutes :)
Comments